Una de las razones por la que solemos fallar en los propósitos de buena salud y alimentación es por la falta de flexibilidad. Si me conoces y acabas de leer esto estarás pensando que soy una hipócrita.
Lo admito, soy muy inflexible ante ciertas cosas, me gustan las cosas como me gustan y me cuesta mucho trabajo ceder aunque sea un poco ante algunas opciones que la vida me presenta. ¿Pero saben qué? Me parece que esto me califica para hablar de la parte negativa de no encontrar un equilibrio con las cosas. He aprendido que si me pongo a dieta estricta y no soy algo indulgente conmigo, si humanamente fallo me desmoralizo y no sigo más. Que cuando no escucho que el cuerpo está cansado y le sobre exijo y continúo yendo al gimnasio a "matarme" haciendo ejercicios, lo que logro es que el organismo se rebele y me ponga en cama, faltando más días que los que habría faltado de hacerle caso al dolorcito del espalda.
Por eso este año el propósito de la alimentación es darme un gusto pecaminoso de vez en cuando. Una vez por semana me doy el permiso de comerme una porción de dulce, una - ¡o dos!- copas de vino, sin darme látigo por esto. Este nuevo enfoque me permite no excederme con las cantidades y volver a mi régimen habitual sin sentirme culpable pues ha sido una indulgencia programada.
Me gustaría seguir escribiendo un poco más al respecto, pero ahora me toca darme gusto con un trocito de este rico pudín de pan con mantequilla de maní y chocolate y una rica taza de café ¡un poquito! Si quieres anímate a prepararlo y date también un cariñito.
Pudín de pan con mantequilla de maní y chocolate
Ingredientes
- 18 Rebanadas de pan de molde sin la corteza exterior
- ¼ Taza de mantequilla de maní
- 2 Latas grandes de leche evaporada
- 1 ¼ Taza de leche condensada
- 4 Huevos
- ½ Taza de azúcar blanca opcional
- 1 Cda de extracto de vainilla
- ¼ Cdita de sal
- 2 Cdas de azúcar morena
- 2 Cdas de polvo de cocoa sin azúcar cocoa amarga
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno 325° Fahrenheit (160° Celsius).
- Prepara nueve emparedados untando las rebanadas de pan con la mantequilla de maní. Corta cada uno en cuatro porciones.
- Coloca las porciones de manera vertical en un molde refractario que puedas poner a baño de maría. Reserva.
- En un bol combina la leche evaporada, la leche condensada, los huevos, el azúcar blanca, el extracto de vainilla y la sal. Vierte esta mezcla sobre los panes de a poco permitiendo que estos absorban bien el líquido.
- Espolvorea con el azúcar morena y lleva al horno a baño de maría hasta que esté firme y la mezcla líquida cuaje (de 45 minutos a 1 hora).
- Deja refrescar y sirve espolvoreando la cocoa amarga.
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