
La mayor parte de la sal que consumimos puede no provenir directamente del salero a nuestro platos. Productos pre cocidos, la comida de restaurantes (ojo: no sólo los de comida rápida), los sazonadores, aderezos, entre otros, son fuentes de sal escondidas. Cocinar en la casa comida condimentada con especias y hierbas en lugar de un adobos industriales puede ayudar a disminuir el consumo de sal. Asimismo los enlatados pueden contener un elevado contenido de sodio oculto, por ello enjuaga los alimentos una vez destapados y siempre que sea posible escoge las variedades bajas en sodio.
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