Esta fruta de la familia de las solanáceas, tiene una gran importancia en la dieta humana.
El tomate es uno de los vegetales con más presencia en nuestra alimentación cotidiana, debido a sus diferentes variedades y la facilidad de combinarse con otros alimentos, lo que aumenta las opciones de consumo. Es una fuente importante de fibra y minerales como el potasio y el fósforo y de vitaminas C, E, provitamina A y vitaminas del grupo B, en especial B1 y B3. Un tomate pequeño (100 gramos) tiene 18 calorías promedio, 3.5 gr de carbohidratos, 1 gr. de proteína y 1 gr. de grasa.
El consumo de tomates está contraindicado para aquellos que sufren de gastritis severa y úlcera gástrica, pero ello dependerá sobretodo de la tolerancia del individuo.
Por años se ha recomendado no ingerirlo a personas que padecen de cálculos renales por su contenido de ácido oxálico, una sustancia que junto al calcio favorece la formación de piedras en los riñones. Sin embargo hoy en día se ha comprobado que su contenido de ácido oxálico es moderado (alrededor de 5,3mg/100 g) similar a la lechuga o la hoja de té. Y que debido a su elevado contenido de potasio y bajo nivel de sodio en su composición, es al contrario un alimento diurético, ideal para la eliminación de líquidos y toxinas. Beneficioso para quienes padecen de retención de líquidos, hipertensión, etc.
El maravilloso licopeno
Este antioxidante de la familia de los carotenoides, que confiere al tomate su color rojo, contribuye a retrasar la oxidación de las células potenciando nuestro sistema de defensas ante amenazas como el cáncer, tumores y enfermedades cardiovasculares. La buena noticia es que el tomate confiere el 90% del licopeno que nuestro organismo necesita, el que, a diferencia de la mayoría de los compuestos vegetales, se libera en especial cuando se cocina.
Hombres a comer tomate
Los hombres deben mantener una dotación de tomates importante, pues estudios aseguran que su consumo ayuda a prevenir y reducir el tamaño de los tumores en el cáncer de próstata, el tumor más frecuente en el varón; las féminas también deben incluirlo en su dieta para reducir el riesgo de cáncer de mama. También se han estudiado sus efectos contra el cáncer de colon, pulmón y el cáncer del sistema digestivo.
Ayuda a tu corazón
A pesar de su reducido contenido calórico el tomate aporta una gran cantidad de fibra laxante que genera una sensación de saciedad que beneficia a aquellos que siguen un régimen para controlar su peso, lo que contribuye a reducir las tasas de colesterol en la sangre y el buen control de la glicemia en enfermos de diabetes.
Para la vista y hasta nuestra piel
La vitamina A presente en el tomate ayuda a cuidar la visión, incluso se han estudiado los efectos positivos de consumir esta fruta-hortaliza en el síndrome de degeneración vascular, principal causa de ceguera en personas de más de 65 años de edad. Por otro lado, se cree que sus propiedades ayudan a contrarrestar enfermedades inflamatorias de la dermis, con el uso de rebanadas de tomates directamente sobre las zonas afectadas.
Massiel Peralta dice
A comer tomate se ha dicho!
Sagrario/ LaSraBonita dice
Claro Massiel , en especial los caballeros