Tremendamente versátil, el jengibre y su intenso sabor ha formado parte de nuestra comida por mucho tiempo. En forma del infaltable té de la época navideña, o en el tradicional pan de jengibre, esta raíz puede darte en tu cocina mucho más. Sus beneficios para la salud incluyen el alivio de ciertos desórdenes digestivos, la congestión respiratoria y el dolor en las articulaciones.
Al igual que el ajo, el jengibre armoniza muy bien con los sazones fuertes, por lo que dale a tus guisos de carne un toque oriental, incorporando en su cocción un poco de jengibre rallado, o sazona previamente con una cucharadita de jengibre en polvo; adiciona a las mezclas de tus pasteles, muffins o galletas y decora con jengibre cristalizado. Pero no tienes que esperar a preparar esas recetas especiales: disfruta tu café de cada día con un toque exótico incorporando una cucharadita del zumo del jengibre rallado a la cafetera o prepara tu batido de frutas matutino con un pedacito de jengibre fresco ¡un estímulo delicioso para todos tus sentidos!
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