Recientemente la República Dominicana estuvo celebrando su aniversario 170 como estado independiente y soberano. Han sido 170 años plagados de conquistas, retos, pasos hacia adelante y muchos hacia atrás, donde las libertades se han visto más comprometidas desde adentro que desde afuera.
Aún seguimos siendo una nación pobre, con muchos retos que sortear pero con algunas conquistas importantes. Seguimos comprometidos a intereses internos y externos, bajo la dirección de un grupo que no permite que la riqueza de nuestro país sea del aprovechamiento de la mayoría, todavía adolecemos de la falta de planificación, de la mala gestión administrativa, pero seguimos caminando.
Somos una nación de gente alegre y disipada, pero cada vez más consciente. A veces este despertar va más en camino de resolver los intereses personales, pero lamentablemente parece ser un problema mundial. Nos vamos quedando sin libre pensadores, sin personas comprometidas con el interés común más allá del beneficio propio, lo cual es penoso, "resolver mi problema" es la consigna, y es muy triste.
En estos días que la presión internacional frente al eterno conflicto haitiano ha destapado un "nacionalismo renovado". Es interesante ver las manifestaciones de este fenómeno no importa la motivación. Me ha servido para darme cuenta que la generación de mi hijo no tiene una apreciación significativa por esta patria y aprovechando este sentimiento de nuevo orgullo nacional, he querido aprovechar esto para educarlo un poco al respecto.
Bandera en frente, conversaciones acerca de nuestra historia, recalcar la importancia de que no se puede ir por la vida sin pertenecer a un lugar y a una familia, considerar un poco más las cosas buenas de esta media isla, han sido algunos de los temas más socorridos en estos días. Iván E. voltea los ojos, pero yo sigo, porque sé que algo va quedando.
Pero no hay mejor manera de generar una influencia más directa que por la comida. Por eso me he comprometido a cocinar y a crear nuevas preparaciones con ingredientes e inspiración local, como estas "arañitas", que aunque no son un invento propio he querido darle un nivel más moderno y sofisticado acompañándolas con mermelada de tomates y pimientos, mientras cuento historias de taínos y españoles, dictadores obsesionados con ellos mismos y sus complejos, mujeres valientes, hombres aguerridos, los que nos legaron una patria maltrecha, imperfecta pero prometedora, que despierta esperanzada y que vale la pena amarla y llevarla hacia adelante.
Arañitas de yuca
Ingredientes
- 1 Libra de yuca rallada del lado largo del rallador
- Sal
- Pimienta
- 2 Huevos ligeramente batidos
- 1 Cda de azúcar
- ½ Cdita de anís
- Sal
- Pimienta
- Aceite para freír como para cubrir una pulgada del sartén
- Mermelada de tomates o pimientos
Elaboración paso a paso
- Exprime un poco del almidón en la yuca y colócala en un bol. Añade los huevos, el azúcar y el comino ligeramente majado. Sazona con sal y pimienta.
- Pon a calentar el aceite a fuego medio alto, una vez caliente lo suficiente sofríe cucharadas de la mezcla hasta que estén doradas. Retira del aceite y coloca sobre papel absorbente.
- Sirve inmediatamente con un poco de mermelada de tomate.
Nutrition
Mitsy Nova dice
Muy buenas todas las recetas que estas poniendo me gustaría recibir directamente tus publicaciones bendiciones