¿Les ha pasado que antes de irse de vacaciones trabajan el doble o el triple sólo para dejar las cosas dispuestas y funcionando durante tu break? Esto es especialmente evidente durante la temporada navideña. En este tiempo el trabajo regular se multiplica y a eso se le suma la presión de las obligaciones personales, los cierres y la necesidad particular de hacer un cierre mental y práctico y desear que todo empiece organizado para el año siguiente.
Listas, prisas, embotellamientos de tránsito. La fiesta de la compañía, la velada del colegio, la entrega (previa compra) de los "angelitos" y regalos. Los atrasos en los envíos y otros servicios ¡uff! no es de extrañar que en los días no laborables sólo pensemos en estar acostados mirando televisión, lo que muchas veces resulta imposible tomando en cuenta que nos espera todo el proceso de elaboración de la cena.
Pero no todo es afán en estos días. La luz de la mañana es más linda, la cama se siente más rica y pasado el 24 de diciembre transitar por las calles sorprendentemente descongestionadas es un placer. Tu gente está más contenta de tenerte más horas y eres libre de ser indulgente contigo en lo que respecta a la comida o a ejercitarte sin que nadie lo vea mal... es lo esperado.
Por ello no debemos hacerlo difícil con la comida que preparamos en las fiestas especiales. Sobretodo con el postre. Nada mejor que uno que pueda hacerse en casi nada de tiempo, que sea rico y delicado y que nos haga quedar y sentirnos bien. Todos estos requisitos los cumple esta pannacotta, una opción diferente para el postre de navidad o cualquier comida abundante. Liviano aunque cremoso y con el toque de acidez de la chinola, que le confiere un balance celestial.
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Pannacotta de chinola
Ingredientes
- ¼ Taza de agua caliente
- 3 Cditas de gelatina en polvo
- 1 Taza de leche evaporada
- ½ Taza de azúcar granulada
- 2 Cdas de extracto de vainilla o el interior de media vaina de vainilla
- 2 Tazas de leche entera
- ½ Pulpa de chinola
- ¼ Taza de azúcar en polvo
Elaboración paso a paso
- Coloca el agua caliente en un recipiente y espolvorea con la gelatina. Deja reposar hasta que la gelatina haya absorbido el agua. Lleva la leche evaporada a fuego medio junto al azúcar y remueve hasta que esta última se disuelva. Añade la gelatina, siempre removiendo, hasta que se disuelva también.
- Retira del fuego y mezcla con la vainilla y a leche. Vierte la mezcla en vasos pequeños y refrigera hasta que esté firme (por lo menos 3 horas).
- Mezcla la pulpa de chinola con el azúcar. Reserva hasta el momento de servir.
- Sirve añadiendo la pulpa azucarada a la pannacotta ya firme.
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