En el tazón del procesador o en un bol con un tenedor mezcla la harina con la sal, el azúcar y la mantequilla, hasta que tenga una consistencia terrosa. Adiciona el agua helada y amasa un poco hasta formar una masa. Reserva por lo menos 10 minutos en el congelador, envuelta en papel adhesivo.
Pasado este tiempo, extiende la masa sobre una superficie enharinada. Corta redondeles y coloca sobre moldes pequeños para tartaletas, presiona los bordes con el bolillo, para cortar el exceso de masa, pincha el fondo de la masa con un tenedor, lleva por 10 minutos al congelador para que se afirme.
Hornea a ciegas (el fondo cubierto con papel antiadherente y haciendo peso con habichuelas, arroz o pesas para este fin).
Hornea por 20 minutos en un horno precalentado a 375° Fahrenheit (190° Celsius), elimina el papel y las pesas y hornea por 5 minutos más hasta que esté ligeramente dorada. Saca del horno y reserva.
Suaviza el queso crema con la batidora, agrega el azúcar y la ralladura de limón.
Coloca el queso crema sobre el bizcocho y esparce uniformemente por la superficie. Acomoda las fresas encima.
Lleva la mermelada con la cucharada de agua a fuego medio, hasta que se torne más liquida. Pinta las fresas con la mermelada derretida.
Lleva a la nevera hasta el momento de servir.