Precalienta el horno a 450º Fahrenheit (230º Celsius). Seca bien el pollo con una toalla de cocina y coloca sobre una bandeja de hornear. Unta bien toda la piel del pollo con el aceite de oliva, sazona abundantemente con sal y pimienta (incluida la cavidad del pollo). Coloca 2 cuñas de limón, 3 dientes de ajo y 3 ramitas de tomillo en el interior del pollo. Ata las piernas para una cocción pareja, coloca las alas con las puntas hacia adentro y ubica el pollo en la bandeja con la pechuga hacia arriba, sobre los dientes de ajo, las cuñas de limón y las ramas de tomillo restantes. Coloca la cucharada de mantequilla para que se derrita en el fondo de la bandeja.
Hornea el pollo de 45 a 60 minutos, hasta que al introducir un termómetro entre las caderas y pechugas la temperatura registre 165º Fahrenheit (160º Celsius), o la piel esté dorada, las piernas se sientan algo sueltas y al pinchar el pollo los jugos estén claros sin señal de sangre en ellos. Deja reposar por lo menos 10 minutos antes de servir.