En una cazuela derrite la mantequilla, añade la harina y cocina un poco, removiendo. Añade la leche de a poco, luego el caldo y cocina removiendo hasta que espese. Retira del fuego, rectifica sal y sazona con nuez moscada. Reserva.

Precalienta el horno a 350 grados Fahrenheit (180 Celsius. Unta los ramekines con una cucharada de mantequilla y espolvorea con la harina. Reserva.

Sofríe la cebolla con la mantequilla y el puerro.

Agrega el maíz, la crema de maíz, la bechamel y el queso cheddar. Rectifica sal y pimienta. Reserva y deja refrescar.

Bate las yemas e incorpora a la mezcla anterior.

En otro recipiente bate las claras a punto de nieve. Incorpora las claras a la mezcla con movimientos envolventes, cuidando de no perder el aire obtenido. Añade el queso parmesano y distribuye la mezcla entre los moldes.

Hornea por 30 a 40 minutos sin abrir el horno. Sirve de inmediato