Soy extremadamente perezosa a la hora de preparar postres. O más bien desesperada.
Me encantan como al que más pero no tengo paciencia para invertir horas y horas esperando por un poquito de dulce. Tampoco me gusta que me de mucho trabajo. No soy una cocinera paciente. Me gustan las cosas fáciles de cocinar siempre, lo mismo mis postres ¿Lo habían notado?
Esta receta es una muestra de esa faceta de mi personalidad. Me encanta. Tiene una textura delicada, involucra frutas para no sentir tanta culpa y no es para nada complicada. Puedes servirlo tibio, a temperatura ambiente o frío. También puedes sustituir los melocotones por fresas, frambuesas, cerezas frescas sin semillas e incluso mango ( de hecho la idea era realizar esta receta con mango pero no era temporada)
Un toque de crema batida le da el punto final y como me gusta: todos pensarán que te esforzaste horas en la cocina y no será así ¡ si no lo dices, yo no lo diré!
Ingredientes
- 1/4 Taza de mantequilla derretida + 2 cucharadas adicionales para engrasar los moldes
- 6 Melocotones o ciruelas frescas (o de lata) cortados cada uno en lascas finas
- 1 1/2 Taza de leche entera
- 3 Huevos
- 1/2 Taza de azúcar blanca granulada + 2 cucharadas adicionales
- 1/2 Taza de harina multiuso
- 1 Pizca de sal
- 1/2 Cdita de vainilla
Instrucciones
- Precalienta el horno 375° Farenheit (190° Celsius). Engrasa 6 moldes individuales con la dos cucharadas de mantequilla. Coloca las cuartas partes de los melocotones en cada molde.
- Combina juntos la leche, los huevos, la media taza de azúcar, la harina. la pizca de sal y la vainilla. Adiciona la mantequilla derretida. Mezcla bien.
- Distribuye esta mezcla en los moldes y espolvorea con las dos cucharadas de azúcar restantes.
- Lleva al horno de 20 a 25 minutos o hasta que se eleve un poco. Enciende el gratinador y coloca de 2 a 3 minutos hasta que adquiera un rico sabor dorado.
- Sirve tibia con bolas de helado o crema batida.
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